Un llamado a recordar la fidelidad de Dios en medio de la idolatría, el exilio y la restauración. A través de la construcción del templo, los reinados de los reyes de Judá y la caída de Jerusalén, aprendemos que la obediencia trae bendición, pero la desobediencia acarrea consecuencias. Este libro nos recuerda que el avivamiento verdadero comienza en el corazón, y que Cristo, el Hijo de David, es el cumplimiento del pacto eterno de Dios con su pueblo.
Las mujeres en 2 Crónicas también dejan huellas poderosas: desde Josaba, que protegió el linaje davídico, hasta las cantoras que acompañaron en el dolor, y figuras como Atalía, que advierte del peligro de un corazón rebelde. Sus historias muestran que la influencia femenina puede preservar el propósito eterno de Dios o, al contrario, desviarlo. Este episodio nos desafía a ser mujeres valientes, sabias y fieles, que guardan la verdad de la Palabra y levantan un legado de fe en medio de tiempos de confusión espiritual.
PREGUNTAS
1. ¿Estoy humillando mi corazón delante de Dios como Él lo pide en 2 Crónicas 7:14, o me justifico en mis caminos? ¿Qué significa en mi vida actual “buscar su rostro” y “convertirme de mis malos caminos”?
2. ¿Estoy protegiendo el legado de Dios como lo hizo Josabet, aun en lo oculto y sin reconocimiento humano? ¿Qué pequeñas decisiones estoy tomando que preservan (o debilitan) la verdad en mi hogar y discipulado?
3. ¿Qué “ídolos modernos” he tolerado en mi vida —comodidad, éxito, apariencia, independencia mal entendida— que me alejan de un compromiso completo con Dios? ¿A qué me está llamando el Espíritu a renunciar hoy?
4. ¿Soy una mujer que honra el templo —la presencia de Dios en mi vida— con mi tiempo, prioridades y adoración? ¿Cristo es el centro de mi día o solo un complemento espiritual?
5. ¿Qué tipo de liderazgo estoy ejerciendo en mi entorno? ¿Estoy influenciando como Atalía, con control y dureza, o como Josabet, con valentía discreta, fe y obediencia?
6. ¿Reconozco que cada decisión espiritual que tomo hoy impacta a las generaciones que vienen detrás de mí? ¿Estoy construyendo un legado que refleje al Rey eterno o a mi propia ambición?
7. ¿Me dejo renovar espiritualmente cada día o vivo solo del avivamiento de ayer? ¿Estoy buscando una relación viva y presente con Dios o viviendo de memoria espiritual?
8. ¿Cuál ha sido mi actitud frente a la disciplina de Dios? ¿La rechazo, me resiento, o la recibo como una oportunidad de restauración y crecimiento en Él?
9. ¿Estoy enseñando la verdad de Dios con fidelidad, aunque cueste, o la acomodo para agradar al mundo? ¿En qué áreas necesito recuperar valentía espiritual para hablar y vivir la Palabra con firmeza y dulzura?
10. ¿Cómo puedo reflejar hoy que mi vida está centrada en Cristo como lo estaba el templo para los santos del Antiguo Testamento? ¿Qué cambios concretos me está pidiendo el Señor en esta temporada para restaurar mi altar personal?



